lunes, 23 de noviembre de 2015

                                            ITINERARIOS MIGRATORIOS 



En este apartado queremos hacer una reflexión acerca del recorrido que hace la persona en situación de inmigración una vez que llega al país de acogida y las barreras y dificultades que encuentran en este recorrido.
Una vez que se ha dado el paso en la inmigración , ésta conlleva para los inmigrantes una serie de cambios que tienen que ir articulando poco a poco y esto no será una tarea fácil , pues en este tiempo la inestabilidad en la que vive , el desarraigo y vulnerabilidad van a pasar a ser características de este proceso que no se va a producir de forma automática por el hecho de llegar hasta el lugar de destino , sino que va a suponer un largo camino y un proceso difícil que puede durar varios años e incluye a veces se mantiene a lo largo de toda la vida .Vamos a detenernos en ver más de cerca cuatro aspectos .
1.       En primer lugar la dificultad del choque cultural y social que se produce al salir de un entorno cultural propio, conocido y cercano, y entrar en otro. El choque cultural es un sentimiento de profunda desorientación que experimentan las personas cuando se adaptan a una nueva cultura. Es la percepción de una distancia o diferencia cultural que abarca las creencias, prácticas culturales, normas y valores entre cultura de origen y la nueva cultura de la sociedad con la que una persona entra en contacto. La introducción en este nuevo contexto social y cultural conlleva una pérdida de validez de muchas concepciones valorativas, normas de conducta y modelos de comportamiento hasta ese momento asumidos con cierta naturalidad. No es extraño que en esta fase inicial se sientan desorientados. Consecuencia de este choque cultural es el `` estrés de aculturación ´´ situación que se produce por el esfuerzo que conlleva la necesidad de operar permanentemente de forma consciente, para intentar simultanear por un lado el mantenimiento de la propia identidad cultural y por otro el contacto con la población del país receptor. Este estrés puede manifestarse a través de una serie de reacciones emocionales, como el estado general de depresión, frustración, sentimientos de marginalidad y alienación. Este estrés puede traer como consecuencia una reducción del estado de salud.  A esta situación hay que añadir lo que los psicólogos denominan DUELO MIGRATORIO , PROCESO DE REORGANIZACIÓN DE LA PERSONALIDAD QUE TIENE LUGAR CUANDO SE PIERDE ALGO SIGNIFICATIVO PARA EL SUJETO .EL INMIGRANTE ELABORA DUELO POR QUE ESTÁ PERDIENDO : CONTACTO CON LA FAMILIA Y AMIGOS , LA LENGUA MATERNA , LA PROPIA CULTURA , LOS PAISAJES Y TIERRA NATAL , POSICIÓN SOCIAL , CONTACTO CON GRUPO ÉTNICO , EN OCASIONES PÉRDIDAS DEL NOMBRE Y UN POCO DE LA IDENTIDAD.
2.       En segundo lugar nos vamos a referir a otro factor importante que se debe considera : el muro legal y policial que se levanta ante el inmigrante.
            Hemos de tener en cuenta que hay un alto porcentaje que llega a España sin autorización previa de               permiso de trabajo y residencia. Aunque la imagen popularizada que nos llega a través de los medios             de comunicación sea de inmigrantes llegando en pateras a nuestras costas, si bien refleja una cruda               realidad y drama de muchos seres humanos que arriesgan su vida en el proyecto de inmigración ,                   esta cantidad en porcentaje es `mínima´ .En cualquier caso las dificultades que han de superar los                 inmigrantes en el proceso hasta conseguir su regularización que durará cuatro o cinco años tendrán               efectos perversos para ellos , sobre su seguridad personal , integración laboral y social, y no                         olvidemos la situación de marginación y exclusión social que esto provoca. Una vez regularizada su               situación administrativa ha de seguir enfrentándose a una inestabilidad e incertidumbre debido a que               su situación se va a ver sujeta las renovaciones de sus permisos y al cumplimiento de los requisitos                 para ellos. Esto produce una situación de estrés al inmigrante que muchas veces está sujeto a las                   posibles exigencias y condiciones que les impongan los empresarios para poder renovarles el                        contrato.
 

3.      En tercer lugar queremos hacer una reflexión también sobre el nivel de precariedad vital que vive la persona inmigrante. Esta precariedad no deriva necesariamente de la falta de trabajo o de un salario bajo , sino que es producto en numerosas ocasiones de la obligación de satisfacer deudas contraídas a partir del desplazamiento migratorio ,deudas que suelen acaparar el salario del trabajador al menos durante el primer año de estancia en España) y / o del compromiso de enviar cada mes una remesa a su familia en el país de origen , de modo que el trabajador se reserva de su salario lo imprescindible para su subsistencia. Esto le acarrea una sobrecarga laboral- impuesta por él mismo – sobre todo si su proyecto migratorio está contemplado en el conjunto de un proyecto de inmigración familiar.

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