En este apartado
queremos hacer una reflexión acerca del recorrido que hace la persona en situación
de inmigración una vez que llega al país de acogida y las barreras y
dificultades que encuentran en este recorrido.
Una vez que se ha dado el paso en la inmigración , ésta
conlleva para los inmigrantes una serie de cambios que tienen que ir
articulando poco a poco y esto no será una tarea fácil , pues en este tiempo la inestabilidad en la que vive , el desarraigo y vulnerabilidad van a pasar
a ser características de este proceso que no se va a producir de forma
automática por el hecho de llegar hasta el lugar de destino , sino que va a suponer un largo camino y un proceso difícil
que puede durar varios años e incluye a veces se mantiene a lo largo de toda la
vida .Vamos a detenernos en ver más de cerca cuatro aspectos .
1. En primer lugar la dificultad del choque cultural y social que se produce al salir
de un entorno cultural propio, conocido y cercano, y entrar en otro. El choque
cultural es un sentimiento de profunda
desorientación que experimentan las personas cuando se adaptan a una nueva
cultura. Es la percepción de una distancia
o diferencia cultural que abarca las creencias, prácticas culturales, normas y
valores entre cultura de origen y la nueva cultura de la sociedad con la que
una persona entra en contacto. La introducción en este nuevo contexto
social y cultural conlleva una pérdida
de validez de muchas concepciones valorativas, normas de conducta y modelos de
comportamiento hasta ese momento asumidos con cierta naturalidad. No es
extraño que en esta fase inicial se sientan desorientados. Consecuencia de este choque cultural es el ``
estrés de aculturación ´´ situación que se produce por el esfuerzo que conlleva la necesidad
de operar permanentemente de forma consciente, para intentar simultanear por un lado el mantenimiento de la propia
identidad cultural y por otro el contacto con la población del país receptor.
Este estrés puede manifestarse a través de una serie de reacciones emocionales,
como el estado general de depresión, frustración, sentimientos de marginalidad
y alienación. Este estrés puede traer como consecuencia una reducción del
estado de salud. A esta situación hay
que añadir lo que los psicólogos denominan DUELO
MIGRATORIO , PROCESO DE
REORGANIZACIÓN DE LA PERSONALIDAD QUE TIENE LUGAR CUANDO SE PIERDE ALGO
SIGNIFICATIVO PARA EL SUJETO .EL INMIGRANTE ELABORA DUELO POR QUE ESTÁ
PERDIENDO : CONTACTO CON LA FAMILIA Y AMIGOS , LA LENGUA MATERNA , LA PROPIA
CULTURA , LOS PAISAJES Y TIERRA NATAL , POSICIÓN SOCIAL , CONTACTO CON GRUPO
ÉTNICO , EN OCASIONES PÉRDIDAS DEL NOMBRE Y UN POCO DE LA IDENTIDAD.
2. En segundo lugar nos vamos a referir a otro factor importante
que se debe considera : el muro legal y policial que se levanta ante el
inmigrante.
Hemos de tener en cuenta que hay un alto porcentaje
que llega a España sin autorización previa de permiso de trabajo y residencia.
Aunque la imagen popularizada que nos llega a través de los medios de
comunicación sea de inmigrantes llegando en pateras a nuestras costas, si bien
refleja una cruda realidad y drama de muchos seres humanos que arriesgan su vida
en el proyecto de inmigración , esta cantidad en porcentaje es `mínima´ .En
cualquier caso las dificultades que han de superar los inmigrantes en el proceso
hasta conseguir su regularización que durará cuatro o cinco años tendrán efectos perversos para ellos , sobre su seguridad personal , integración
laboral y social, y no olvidemos la situación de marginación y exclusión social
que esto provoca. Una vez regularizada su situación administrativa ha de seguir
enfrentándose a una inestabilidad e incertidumbre debido a que su situación se
va a ver sujeta las renovaciones de sus permisos y al cumplimiento de los
requisitos para ellos. Esto produce una situación de estrés al inmigrante que
muchas veces está sujeto a las posibles exigencias y condiciones que les
impongan los empresarios para poder renovarles el contrato.
3. En tercer lugar queremos hacer una reflexión también
sobre el nivel de precariedad vital que vive la persona inmigrante. Esta
precariedad no deriva necesariamente de la falta de trabajo o de un salario
bajo , sino que es producto en numerosas ocasiones de la obligación de
satisfacer deudas contraídas a partir del desplazamiento migratorio ,deudas que
suelen acaparar el salario del trabajador al menos durante el primer año de
estancia en España) y / o del compromiso de enviar cada mes una remesa a su
familia en el país de origen , de modo que el trabajador se reserva de su salario
lo imprescindible para su subsistencia. Esto le acarrea una sobrecarga laboral-
impuesta por él mismo – sobre todo si su proyecto migratorio está contemplado
en el conjunto de un proyecto de inmigración familiar.
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